jueves, 27 de septiembre de 2012

Así no salimos de ésta...




No pretendo estar en posesión de la verdad absoluta pero, tras bastante filosofar y hablar con gente de diversas ideologías, cada día que pasa tengo más claro que se impone una salida “patriótica” a ésta crisis o no saldremos; o si salimos será más tarde y en peores condiciones. Imagino que a algún lector “rojillo” se le habrá puesto ya el vello de punta al leer lo de “patriótica”… ellos son así :)

… cuando hablo de Patria o patriotismo no hablo de patrioterismo, esa tendencia de algunos de la derecha a sacar los símbolos, particularmente la bandera, y "agredir" con ellos al de al lado, no. Yo cuando hablo de patriotismo lo hago en un concepto mucho más amplio y en el que todos podían sentirse cómodos: una comunidad de personas con unos intereses más o menos comunes que ante un momento muy difícil aparcan sus diferencias ideológicas y deciden remar en la misma dirección, priorizando lo realmente importante con los pocos recursos que hay a mano en estos momentos.

Imaginen dos náufragos que llevan una semana en alta mar, apenas les queda agua, comida ni fuerzas y por fin, cuando ya creen que van a perecer, a lo lejos ven dos islas… qué sucederá? ¿Remarán los dos hacia la misma isla para ponerse a salvo o decidirán remar cada uno hacia una distinta de tal manera que no se moverán de donde están muriendo allí los dos? Si son españoles, sin duda, ocurrirá esto último.

Enfrente de esa visión patriotera de la Nación está la visión de mucha gente de la izquierda que odia la visión paternalista del concepto de “patria” o “patriotismo”, pero al fin y al cabo “Patria” viene del latín “Pater”, padre. Y un padre no puede ser aquél que da todos los caprichos a un hijo para convertirlo en un malcriado o en un vago, de esto último sabemos bastante en Andalucía. Un buen padre, por el contrario, da lo que es justo, tira de las orejas cuando es necesario, premia cuando se merece, niega el capricho cuando la situación económica no lo permite, y piensa en el medio y largo plazo para asegurar el futuro de su prole.

Lamentablemente, y lo digo con envidia de otros países en los que esto no es una contradicción, en España tenemos una izquierda no-patriótica, esto es influencia claramente masónica aunque suene entre pedante y folclórico decirlo pero la Historia es la Historia, una izquierda que pretende derribar en la calle a un Gobierno legitimado por los españoles en las urnas (esto ya ocurrió en 1934 cuando el Gobierno de la República era de derechas), como si la democracia fuera patrimonio exclusivo del PSOE: sólo es buena si mandan ellos pero si mandan los otros se repiten sin rubor los típicos mantras progres como que que hay que rescatar la democracia y se exige un Parlamento más representativo (ver foto de arriba); una izquierda cuyos Medios de comunicación afines crean malestar continuamente jaleando y aplaudiendo el enfrentamiento y el desorden público, cuestionando a la propia Policía, tratando de patrimonializar el desencanto y dirigirlo violentamente contra la Soberanía Nacional, encarnada en el Congreso, ahora que ellos no lo controlan, y tantas cosas más. Al PSOE no le importa que en el exterior Madrid parezca Atenas si con ello consigue ponerle otro palito en la rueda al Gobierno, así de claro. Anoche en la SER y CUATRO no podían ocultar el regocijo ante la situación cuando repasaban la Prensa internacional y el eco de los sucesos ante el Congreso. Algunos casi aplaudian.

Una tesis mía, muy particular, es que la Patria de la izquierda española no es la Nación, ni los ciudadanos, si no simple y llanamente su ideología y le importa más que se imponga su visión de la sociedad que el hecho de que lo más urgente en estos momentos es que la nación salga del bache. Y así es muy difícil.

Ea, hasta otra.






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