viernes, 26 de noviembre de 2010

"TODOS SOMOS TIBURONES..."

Ahora, por lo visto, los culpables de todos los males del mundo son los dichosos mercados: “… la crisis es culpa de los mercados, la banca y los especuladores”.
Cuando se leen determinados periódicos, se escuchan determinadas emisoras de radio o se ven determinados telediarios, uno se encuentra de repente ante una especie de “neoconspiración” (perdón por el palabro que me saco de la manga) dedicada, al parecer, a adueñarse de la economía mundial aunque yo intentaré ir al fondo del asunto y explicar que, en definitiva, esos “mercados” somos todos y cada uno de nosotros, pobres mortales, y no presuntos tiburones especulativos ávidos de dinero escondidos en oscuros despachos en no-se-sabe donde.

Por definición un inversor es alguien que arriesga su dinero para obtener un beneficio, nadie en su sano juicio arriesga para no ganar nada o quedarse como estaba, esto no es sólo lógico si no también legítimo. Luego el negocio puede salir bien o mal, pero a priori el planteamiento es ganar dinero. Nadie abre una frutería si no espera vender el kilo de manzanas por encima de lo que le costó comprársela al mayorista, salvo que sea un verdadero idiota y le guste perder pasta.

Sigamos y hagamos este pequeño esfuerzo: imaginemos que tenemos sólo mil euros, nada que ver con aquel viejo axioma marxista  que aseguraba que el capital no era otra cosa más que la suma de las plusvalías que el patrón roba al proletario, sólo mil euros honradamente ganados. Por supuesto queremos invertirlos esperando ganar algo, aunque sólo sea para que no se lo coma la inflación poco a poco, casi sin darnos cuenta. Vamos al Banco y le decimos al Director que queremos invertir ese dinerillo sin correr demasiados riesgos, que ese es todo nuestro ahorro y que no somos unos kamikazes. El Banco es el primer interesado en asesorarnos bien para que estemos contentos y mantengamos allí nuestras cuentas porque vive de nuestros créditos y tarjetas o de, como ahora, invertir nuestro ahorro, cobrándonos una comisión por ello… en definitiva: no tiene ningún interés especial en hacernos perder nuestro dinero, aunque algunos se empeñen en decirnos que la Banca es el demonio, o aún peor. Tal vez los banqueros no sean los tipos más simpáticos del mundo, de hecho no lo son, pero su negocio se basa en que utilicemos sus servicios y no los del Banco de enfrente. Como un panadero quiere que vayas a su panadería a por el pan y un farmacéutico a su Farmacia a por Aspirinas.
Así pues el Director del Banco nos ofrece las alternativas que hay para invertir nuestros ahorrillos:
La empresa “A” está dirigida por una Sra. alemana cuya su contabilidad es transparente y donde se justifica hasta el último euro de la empresa (dinero que en definitiva no es suyo si no de sus accionistas) , sus previsiones de ventas son serias y realistas. Mientras las cosas no están claras recorta gastos sin que se resientan sus servicios y optimiza los recursos disponibles, por ejemplo: no contrata a más gente de la que puede pagar para no poner en peligro a la propia empresa. La Sra. alemana nos ofrece una rentabilidad anual del 2%... no es que nos vayamos a hacer millonarios, ya que apenas cubrimos la subida de la inflación, pero a cambio ofrece mucha solvencia y seguridad. Nos lo podemos pensar.
Hay otra empresa para meter nuestro dinero que se llama empresa “UK”, tradicionalmente fue muy buena, pero con problemas en los últimos tiempos. Ahora tiene un nuevo Gerente,  un inglés, que va a realizar un ambicioso plan para ponerla a flote. Se pone a ello sin titubeos desde el primer día, aunque sus medidas no sean muy populares, y por ello no tiene a la gente precisamente bailando de alegría por los pasillos, incluso hay corrillos y protestas, porque tiene que prejubilar gente, quitar la cesta de regalo de Navidad y recortar algunos privilegios de los ejecutivos como volar en primera clase, dar de baja bastantes coches de empresa y les prohíbe fundirse la Visa de la Compañía en restaurantes caros. Tiene a la gente que trina pero opina que haciendo esto, en unos años, la Empresa “UK” volverá a dar beneficios y ser competitiva. Para hacer la inversión más atractiva que la que nos ofrece la empresa “A”, éste nos ofrece un 3% de rentabilidad... la verdad es que hay menos solvencia pero las expectativas a medio plazo parecen prometedoras ya que el plan del inglés es viable y serio.
Y por último encontramos una empresa más, la empresa “E”… que fue grande hace no tanto pero que no produce ya casi nada valioso, con una plantilla sobredimensionada y llena de vagos que se limitan a cobrar a fin de mes y pasarse el día metidos en internet; una empresa en la que para mover un folio tienes que pedir cuatro permisos, uno en cada planta del edificio; con un balance con más maquillaje que el estuche de la Srta. Pepis  y con unas previsiones de ventas tan surrealistas que más parecen hechas por Dalí que por un ejecutivo medianamente serio.
Para más INRI ésta empresa está dirigida por un frívolo heredero descerebrado e incompetente al que dicen que alguien va a enseñarle a dirigirla en “dos tardes” (sic), a quien nadie toma en serio porque asegura un día que no hay ningún problema, al otro que sí… pero que es por culpa del cambio climático; otro día dice que están en la Champions League de las empresas y que merece entrar en el Ibex35, incluso otro día, en un foro de empresarios donde sorprendentemente le invitan a ir a dar una conferencia, dice que la tierra pertenece al viento… y se queda tan ancho.
De repente decide hacer un plan de austeridad, aunque dos días antes negaba que hiciese falta, pero como dice esas cosas tan raras nadie le cree porque además éste botarate se dedica a gastarse el dinero de la empresa en pintar flores en las paredes de la fábrica porque quedan bonitas, y en poner cortinas de seda en los despachos. Todo ello pagado con dinero que pide a sus accionistas, ya hartos, a base de ampliaciones de capital o al Banco, si es que alguno aún le fía porque en realidad los del Banco empiezan a tener muy serias dudas de que “E” pueda hacer frente a sus deudas porque las ventas van de pena. Cuando alguien le plantea dudas sobre el modo en que dirige el negocio dice, con una gran sonrisa, que palabrita del Niño Jesús que las cosas van mejor y unas cosas muy raras de unos brotes verdes que, en ocasiones, dice que ve… probablemente cuando se los fuma.
Nos ofrece un 2% si invertimos en “E” pero como por esa rentabilidad es mucho más seguro invertir en la empresa “A” nadie quiere invertir en “E”… meter nuestra pasta ahí da menos confianza que un mono con navajas, y no tanto por la empresa “E” en sí misma, que puede tener potencial, si no por el lunático que la dirige; entonces se ve obligado a ofrecer el 3% pero la empresa “UK” tiene un plan de ajuste claro y nadie quiere invertir en “E” al 3%  así que el de “E” se ve obligado a ir subiendo la rentabilidad que ofrece a ver si alguien “pica” al 4%, al 5%, o a lo que haga falta, de todos modos: ¿ a él que más le da ese encarecimiento si no va a pagar ese diferencial de su bolsillo?, pero lo cierto es que la empresa “E” necesita dinero, dinero a cualquier precio y dinero ya, para pagar nóminas y pólizas de crédito que vencen o irá a la quiebra irremisiblemente. Por supuesto esta realidad se oculta sistemáticamente a sus trabajadores y accionistas. Un panorama poco alentador para invertir.
¿En cuál de estas empresas invertirías tus únicos mil euros si todas te prometen la misma rentabilidad del 2%? ¿Por qué resulta que sólo invertirías en la empresa dirigida por el heredero frívolo  a cambio de que te prometa el doble, o más, de rentabilidad que la empresa de la Sra. alemana???
Pues parece que a los que llaman algunos “tiburones” y “especuladores” son en realidad personas normales y corrientes, sin grandes Másteres en Economía, pero con razonamientos lógicos y que no hacen otra cosa que meter su ahorro allí donde les parece que estará mejor invertido. En ese momento caes en la cuenta, sí… no quieres creerlo pero … Qué sorpresa!!! Harías lo mismo que los grandes inversores internacionales… invertir allí donde dicta el sentido común: tú también eres un tiburón!!!
C.Ll.