lunes, 23 de julio de 2012

Se acerca el momento...

... ahora ya sí que no hay margen de maniobra.

Esto hará reir a algunos pero sostengo que el Gobierno ha hecho lo posible para recortar con cierta cordura antes de que los hombres de negro lleguen de Bruselas y nos hagan ellos el recorte. Nos vamos a enterar de lo que vale un peine cuando los recortes los decidan otros y no nosotros. Nos vamos a acordar...

Lamentablemente asistiremos, casi seguro, a despidos de funcionarios públicos, recorte muy duro en la prestación por desempleo (tanto a nivel de cuantía como de duración), recorte en la cuantía de las pensiones con, tal vez, desaparición de las no-contributivas, copago no sólo en medicinas si no también en la asistencia, desaparición de subsidios como el PER, etc...

No se han querido dar cuenta los sindicatos y partidos de la izquierda que echar, como se ha hecho, a la gente a la calle lejos de calmar el miedo de los mercados ha transmitido al exterior la idea de que ni siquiera a los recortes de bajo perfil y escalonados está dispuesto el pueblo español. Ver a los maestros bramar por tener más niños en cada aula sin saber que la alternativa a eso es que muchos vayan a la calle caerá sobre el debe de esas organizaciones sindicales que saben que esa es la alternativa. No se ha querido un recorte de baja intensidad (en comparación con el que queda por hacer, lo es) y ahora será el que quieran desde Bruselas.

El sistema es sencillo: en lo sucesivo un país intervenido no tiene necesidad de acudir a los prestamistas internacionales para que le dejen dinero puesto que ese dinero vendrá de Bruselas mucho más barato. Pero Bruselas no dará el dinero sin Ton ni Son si no a cucharadas previo cumplimiento de los mandatos "oiga, para liberarle 20.000 millones Uds. previamente tienen que recortar a la mitad la duración del subsidio de desempleo y un 30% su cuantía", por ejemplo. Una vez hecha la reforma, se libera el pago. Y así cada pago/préstamo que se nos haga tendrá una contrapartida en forma de recorte o no habrá pasta de Bruselas para pagar servicios básicos (como sanidad o pensiones) o para pagar los sueldos de los empleados públicos. "Otros 20.000 millones? Muy bien, me pone Ud. en la calle 15.000 funcionarios..." Y así con cada pago. Una intervención es, básicamente, la pérdida de independencia para decidir en materia financiera a cambio de que esa financiación sea más barata.

Ya es tarde para ponernos a discutir cómo hemos llegado hasta aquí y quién nos trajo (aunque yo lo tengo claro), ahora es el momento de asumir nacionalmente que no hay más remedio de que hagamos nosotros los recortes a nuestro ritmo, más o menos independiente, a que nos los hagan los hombres de negro que les importa un huevo que vayan a la calle X mil funcionarios (desde policías hasta maestros pasando por médicos, administrativos, etc) o que un parado español se quede sin prestación antes.

Y ante esto la izquierda se conforma con la demagogia de que hay que implementar un impuesto a las grandes fortunas, que apenas recaudaría nada y provocaría una fuga inmediata de capitales, y cobrarle el IBI a la Iglesia.

En fin, esto pinta cada vez peor...

jueves, 12 de julio de 2012

La palabra más usada en España es "Mi"...

... "mi trabajo", "mi hipoteca", "mi coche".

Hasta que eso no cambie a "nuestros trabajos", "nuestro País", "nuestro..." no salimos de ésta.

Digo más... aunque ni una ni la otra cosa estén de moda hoy en día: de ésta o nos saca un milagro o nos saca el patriotismo y tirar todos en una misma dirección. Yo no veo otra salida.

Y como tampoco veo que nuestra clase política vaya a ser capaz de ponerse de acuerdo y dejar las banderías e intereses particulares de unos y otros a un lado, pues no soy nada optimista.

Ojalá que en esto fuéramos como los americanos, los alemanes, los británicos... seguro que nos iría mejor.

Dixit.